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martes, 12 de julio de 2016

CARTA DE UNA PERIODISTA MEXICANA AL REY JUAN CARLOS

El Bolsón (ANPP).-Reproducimos una carta de una periodista mexicana al rey de España, publicada en Radio Universidad de Rosario 103.3(http://radio.unr.edu.ar/):
11/07/2016
Cecilia González, periodista mexicana radicada en Buenos Aires, le dedicó unos párrafos al rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón, en ocasión de su visita al país en el marco de los festejos por el Bicentenario.
Querido Rey,

Espero haya disfrutado el festejo del Bicentenario de Argentina. Quizá se sintió un poco solo porque ningún presidente latinoamericano quiso venir y usted fue el único invitado especial, pero bueno, tampoco es que esté en su mejor momento, ya no ejerce porque le tuvo que adelantar la entrega de la corona a su hijo. Me pregunto, Juan Carlos, qué habrá pensado cuando Macri dijo que los héroes de la Independencia de Argentina “claramente, deberían de tener angustia de tomar la decisión, querido Rey, de separarse de España”. Yo, corresponsal mexicana, por fin entendí por qué aquí existe el mayor número de sicoanalistas per cápita. Cómo no van a necesitar terapia, si la angustia los acompaña desde que nacieron como país.

Igual, muy feo que el presidente ande desmereciendo así a los patriotas, yo pensé que en cualquier momento aparecía Prat-Gay, el ministro de Hacienda, a arrodillarse ante usted y pedirle perdón en nombre de todos los argentinos por haberse independizado. ¿Sabía que Prat-Gay, en otro gesto de alto nacionalismo, hace poco les pidió perdón a las empresas españolas por los supuestos abusos de los gobiernos pasados? Se olvidó de las empresas españolas corruptas que estafaron a los argentinos, casos que usted debe conocer muy bien. Ay, la corrupción, qué problemón ¿verdad? No entro en detalles porque ya lo sufrió en carne propia, con su yerno y su hija metidos en un escandalete tamaño elefante que le costó la corona.

Como se fue prontito, le cuento cómo terminaron los festejos patrios, Ah, porque acá pasó de todo. Hoy amanecimos con el sacudón de un tuit en el que Macri avisó: “Cansado por la extenuante gira y actos, lamento no poder asistir a los desfiles de hoy. Espero que se acerquen a Palermo y los disfruten”. Yo me indigné. No es posible que anden hackeando la cuenta del presidente y bromeen conque no va a festejar el Bicentenario. Ya bastantes burlas había provocado la foto de Macri bostezando ayer en la misa oficial (nunca he entendido por qué los políticos tienen que ir a misas en días patrios si el estado es supuestamente laico, pero creo que es la pesada herencia católica que ustedes tuvieron a bien imponernos). Resultó que era en serio, el presidente tenía planeado descansar plácidamente este domingo, nomás que es un presidente que se mueve de acuerdo con el humor social y fueron tantas y tan fuertes las críticas, que terminó yendo un ratito al desfile para sacarse la foto. Es que, oiga, no se vale, unas horas antes había criticado el ausentismo laboral y después, como si nada, no quería cumplir con sus obligaciones como jefe de Estado.

Y el desfile cívico-militar, no sabe lo que fue. Ya en Tucumán habían marchado los represores de un capítulo sangriento previo a la dictadura argentina llamado Operativo Independencia y en Junin hasta sacaron autos que simbolizaron al régimen militar de los 70, pero hoy la gota que rebalsó el vaso fue el desfile de dos famosos golpistas (Aldo Rico y Emilio Nani) y defensores de represores. La llegada de Macri al gobierno envalentonó a toda esta gente que anda reivindicando crímenes de lesa humanidad. En fin, cosas raras pasan en todos lados, qué le voy a contar, si ustedes en España jamás juzgaron los crímenes de su larga dictadura y ahora, después de dos elecciones, siguen sin poder elegir a un presidente. Y sobre todo ¡siguen teniendo monarquía! De este lado del Atlántico no logramos entenderlo.

Bueno, me despido porque debo prepararme para la próxima visita internacional, que será la del presidente de México. Nomás de pensarlo me agarra una sensación patriótica (es decir, angustia), que mejor ni le cuento. Feliz temporada de cacería.